Soy adicta al sentimiento de Yancha de atraer hombres. ¡Esta vez le toca el turno a la querida que ama tanto la leche que traiciona un poco a su némesis! Con ilusión “¡No me perderé ni un gran pastel!” Y cuando pierda las ganas y se enferme, ¡aprieta el primer pezón con mucho gusto! Además, la huida del deseo sexual se produjo como un hilo de perversión sexual. ¡El primer mago en subir fue increíble!
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